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MASONERÍA DE CASTILLA Y LEÓN

El clamor de los desaparecidos

El clamor de los desaparecidos

September 7, 2008 at 10:16 am

Las asociaciones de la memoria histórica reivindican su derecho a dignificar la figura de los miles de asesinados por la dictadura

DANIEL MILLET | SANTA CRUZ DE TENERIFE Detrás de cada hueso desenterrado, de cada fosa común descubierta, hay una nueva historia que añadir a los volúmenes de la memoria silenciada y, sobre todo, un alivio sentimental para las cientos de familias de toda España que llevan tanto tiempo esperando por saber a dónde fueron a parar sus seres queridos. “Son derechos indiscutibles”, opina la abogada María Victoria Hernández. Ella y otros asesores que luchan para que los asesinados por el franquismo en Canarias puedan reposar en una tumba no entienden por eso el revuelo que se ha armado tras la decisión del juez Baltasar Garzón de pedir un censo completo de los represaliados de la dictadura durante y después de la Guerra Civil.

Para ellos, lo único que ha hecho Garzón es dar trámite a miles de denuncias que han ido llegando procedentes de todas esas familias a la Audiencia Nacional, avaladas por diferentes leyes. Por ejemplo, la ley de Registro Civil ya obliga a las administraciones a averiguar la procedencia de cada resto humano no identificado y sufragar los gastos correspondientes, deber que refrenda desde el año pasado la llamada Ley de la Memoria Histórica. “Entonces, ¿por qué tanto miedo? ¿Por qué tanta crítica a remover la tierra si es la única vía para encontrar esos restos y que sus demandantes los puedan recibir y poner en una tumba?”, se pregunta otra de las hijas de la memoria, Mercedes Schwartz, responsable de la Asociación por la Memoria Histórica de Tenerife. “Garzón no ha hablado de procesos. Simplemente ha dado trámite judicial a las reclamaciones legítimas de unos ciudadanos”, explica.

Primero fue la propia represión franquista y luego el pacto de silencio de la Transición “por culpa del cual, y en nombre de una dudosa concordia democrática, se suprimió la memoria de los derrotados”, escribió Antonio Muñoz Molina. “Si hay miedo a remover la tierra es porque hay mucha mala conciencia”, cree Schwartz, para quien la actitud del Partido Popular, de las jerarquías militares y eclesiásticas y de determinados románticos del franquismo está emponzoñando un debate que para ella “no tiene vuelta de hoja”. “Dieron su vida por la libertad y la democracia, fueron torturados, asesinados y desaparecidos y, ahora, muchas de sus familias quieren que se les reconozca y recibir sus restos para darles un adiós digno”, apunta.

Pero los obstáculos siguen siendo innumerables, sobre todo en aquellos pueblos donde los hijos de los verdugos siguen conviviendo con los hijos de las víctimas. Algunos de los investigadores consultados hablan de curas que no quieren saber nada de los aparecidos, de archivos militares donde se ponen todo tipo de pegas, de familias que no quieren iniciar el proceso o de administraciones que frenan la búsqueda -PP y CC votaron en el Parlamento canario el pasado junio en contra de una Proposición No de Ley en la que se instaba al Gobierno autonómico a elaborar un marco para la recuperación de fosas y exhumación de los restos-. O ahí están determinadas valoraciones de líderes políticos, como las de ayer del vicepresidente del Ejecutivo canario, José Manuel Soria (PP): “No es prioridad de la mayoría de españoles estar escarbando en los muertos de un bando y de otro de la Guerra Civil”. Para él, Garzón “puede estar impulsando una cortina de humo para alejar de los españoles los problemas de la economía”.

Las asociaciones españolas siguen, aún así, adelante. Y es llamativo que la iniciativa sea mayoritariamente femenina. “Las esposas, hijas y nietas de los asesinados sufrieron un doble dolor: el del desprecio y la humillación”, recuerda María Victoria Hernández. Ahí están por ejemplo Aralda Rodríguez, de la Asociación de La Palma, el primer colectivo y único hasta ahora en Canarias que ha logrado desenterrar restos humanos; la propia Mercedes Schwartz o Balbina Sosa, vicepresidenta de la Asociación de Arucas, quien fue la encargada de representar a las tres en la entrega ante la Audiencia Nacional de 200 casos de canarios desaparecidos, aquellos sobre los que más documentación se tiene. 

Tanto la representante palmera como la grancanaria recuerdan que sí ha habido administraciones que han colaborado: ahí está el Ayuntamiento de Arucas, los cabildos de Gran Canaria y La Palma o el Ayuntamiento de Los Llanos. Todas son conscientes, sin embargo, de que la colaboración entre las propias asociaciones isleñas es la piedra angular de la lucha, una lucha que puede deparar en breve el nacimiento de otra asociación en La Gomera, donde algunas familias también se han sumado. “¿Es tan difícil entender y aceptar que deseemos enterrar y dignificar a los nuestros?”, concluye Schwartz. 

Las cifras de desaparecidos. Las cifras de asesinados y desaparecidos por el franquismo distan según las fuentes. Las más solventes hablan de más de 100.000 víctimas mortales por la represión posterior a la Guerra Civil. Hasta el momento, la Asociación por la Memoria Histórica de España ha denunciado alrededor de 30.000 desapariciones. Sólo en Canarias, los historiadores hablan de entre 3.000 y 3.500 desaparecidos. 

Asociaciones canarias por la memoria histórica. La primera asociación constituida fue la de La Palma, la única hasta ahora que ha logrado la localización y exhumación de cuerpos. En concreto, se han descubierto varias fosas en los montes en Fuencaliente, la primera en 1994 con cinco asesinados, y la segunda en 2006, con 8 cuerpos. Se siguen buscando fosas en esta misma zona de La Palma. Asimismo, la Asociación de Arucas está a la espera de iniciar la exhumación de los cuerpos que se encuentran en varios pozos de este municipio grancanario. Y, por último, está la Asociación de Tenerife, que ha abierto la búsqueda de fosas y la denuncia de los casos más documentados ante la Justicia. Estas tres asociaciones ya han elevado a la Audiencia Nacional 200 casos de canarios.

Hasta el momento sólo se ha confirmado el hallazgo de fosas de víctimas del franquismo en los montes de Fuencaliente y en varios pozos de Arucas. Pero existen noticias de más enterramientos. En La Palma se cree que hay más restos en Barranco Hondo (Puntallana) y en diferentes puntos de Garafía, Fuencaliente, Mazo, Tazacorte y Los Llanos. En Tenerife, hay testimonios que apuntan al cementerio de San Juan (La Laguna), a las Cañadas del Teide y a diferentes puntos en Los Silos, La Esperanza, Santa Cruz y Adeje. En Gran Canaria, además de los pozos de Arucas, puede haber más restos en la cima de Jinámar y en Los Arenales.

fuente: www.laopinion.es

1 comentario

Suetonius -

Excelente idea la del Juez Garzón. Por fín se dará salida a uno de las injusticias de la Guerra Civil: el ultraje, asesinato y expolio de miles de ciudadanos. Por dignidad digo SI a esta iniciativa, aunque preferiría que estuviera despojada de interpretación política.