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MASONERÍA DE CASTILLA Y LEÓN

Los Templarios

Los Templarios

Octubre 25 de 2007 Pergamino acaba con la 'leyenda negra' de los templarios  Jacques de Molay fue el último Gran Maestre de la Orden del Temple. Se editarán 799 reproducciones exactas del proceso que dio fin a la Orden del Temple, en 1314. Uno de los folios incluye una absolución papal perdida.El Folio de Chinón, un pergamino de 70 centímetros de largo, olvidado durante años en los Archivos Vaticanos, saldrá a la luz para acabar oficialmente con la "leyenda negra" de los Templarios.

El Archivo Vaticano presentará la reproducción de las actas del Procesus contra templarios, los juicios realizados contra los Caballeros del Temple, a principios del siglo XIV, de los que pondrá a la venta 799 ejemplares.

El Papa Benedicto XVI será el primero en recibir una de estas reproducciones del proceso judicial contra los templarios, detenidos el viernes 13 de octubre de 1307, hace ahora 700 años, por orden del rey de Francia Felipe IV, El Hermoso.

Cada ejemplar costará 5.900 euros (unos 8.300 dólares), pero debido al interés de la historia, creen que se venderán rápidamente. Las actas de los procesos que afrontaron el Gran Maestre del Temple, Jacques de Molay, y los principales dirigentes de la Orden se encontraban celosamente guardadas en los Archivos Vaticanos.

La verdadera estrella de la presentación de hoy será el Folio de Chinon, el pergamino papal olvidado durante siglos y que descubrió por casualidad, archivado en otro departamento, la historiadora Barbara Frale.

El pergamino, fechado en el castillo de Chinon (Francia), sede de los juicios en 1308, se puede consultar en la página web de la biblioteca vaticana (http://asv.vatican.va/es/doc/1308.htm). El documento recoge la petición del Papa Clemente V de absolver a Jacques de Molay, y niega las acusaciones de traición, herejía y sodomía que crearon la "leyenda negra" de los miembros del Temple.

Aunque de nada sirvió la absolución papal, porque Felipe el Hermoso consiguió en 1312 que el Concilio de Vienne decretara la disolución de la Orden y el 18 de marzo de 1314, Molay y los suyos acabaron quemados en la hoguera.

El pergamino, emitido por la comisión papal formada por tres purpurados, revela que ante las fuertes acusaciones de Felipe el Hermoso, "el mismo Pontífice, queriendo conocer la pura, plena e integra verdad", ordenó a dichos cardenales "interrogar uno por uno" a los templarios.

Los cardenales cuentan cómo se produjo el interrogatorio del Gran Maestre: "Molay dijo que habían pasado 42 años desde que en Beune, en la diócesis de Autin, fue acogido como hermano de la Orden por el caballero templario Hubert de Perraud (...) y que éste, antes de ponerle el manto, le mostró la imagen de una Cruz, le dijo que renegase del Dios que se encontraba en ella y que le escupiese", se lee en el Folio de Chinon.

Pero, cuentan los cardenales, "no escupió sobre la Cruz sino al suelo y afirmó que renegó de Dios sólo con palabras y sin intención".

"Interrogado cuidadosamente sobre la acusación de sodomía, sobre los ídolos con forma de cabeza y sobre los besos inmorales, dijo que no sabía nada", aseguraban los purpurados.

"Interrogado sobre si había confesado estas afirmaciones por petición, dinero, gratitud, simpatía, miedo, odio o instigación contra alguien o ante la posible tortura, dijo que no", añadían.

Los representantes del Papa señalaban que el Gran Maestre "repudiaba cualquier herejía y pedía humildemente el beneficio de la absolución". Los tres cardenales pidieron para Molay, en nombre del Papa, "la absolución" y recomendaron acogerle "en la unidad de la Iglesia y restituirle a la comunión de los fieles y a los sacramentos eclesiásticos". Fue una "absolución" que no sirvió para nada, pero que rehabilita el nombre de los templarios y de su Gran Maestre.
Una leyenda que viene desde Las Cruzadas
La Orden del Temple -orden religiosa y a la vez militar- fue creada después de la primera Cruzada, en el año 1118, en Jerusalen, con el nombre de Orden de los Pobres Caballeros del Cristo (también se llamó Caballeros del Templo de Salomón). Los templarios estaban sujetos solo a la autoridad papal, podían recaudar bienes y dinero, tenían derechos sobre conquistas en Tierra Santa, entre otros privilegios. Su caída se dio cuando el Felipe IV de Francia convenció al Papa Clemente V de entablar un proceso en contra de la orden. El viernes 13 de octubre de 1307, fueron encarcelados 140 templarios, entre ellos su Gran Maestre. Desde ese día, el viernes 13 es sinónimo de mala suerte. Los templarios son objeto de leyendas, como la de ser posibles guardianes del Santo
Grial, recogidas en diversas publicacones, incluido El código Da Vinci.

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