Aunque a las mentiras históricas el PP las vista de seda, en mentiras se quedan
Cabos sueltos.
Observamos, con inquietud creciente, la deriva del Partido Popular hacia la legitimación explícita del franquismo y la deslegitimación torticera de la II República. Hemos conocido cómo el presidente de los trajes gratis et amore, suministrados por bigotes gürtel –“te quiero un huevo”-, prologa una guía destinada a los inmigrantes para que conozcan España, su historia y la de la Comunidad Valenciana. Rafael Blasco, ahora conseller de Solidaritat, que es un clásico del transfuguismo, también ha participado en ese prólogo. Pues bien, la guía para inmigrantes se ha convertido en un nuevo escándalo del Gobierno Camps porque -como ha subrayado la coordinadora general de Esquerra Unida del País Valencià, Marga Sanz- “recuerda las clases de Formación del Espíritu Nacional de la dictadura”.
“La guía no pasaría ni un examen de historia ni una prueba de convicciones democráticas”, sostiene Sanz. El texto elude al máximo el golpe de Estado de 1936, la guerra civil y los cuarenta años de régimen totalitario. La República -para el PP valenciano- se despacha describiéndola, al igual que se hacía con el general Franco en El Pardo, como un período en el que se quemaron iglesias y se cometieron asesinatos. La oposición en Valencia al PP está que trina a causa de esta nueva estafa histórica. Mientras tanto, la lideresa madrileña, Esperanza Aguirre, ha puesto estos días en marcha un cursillo para profesores de Enseñanza Secundaria de Geografía e Historia, Arte y Ciencias Sociales. Tales profesores reciben clases de gentes como Pío Moa, uno de los mayores manipuladores de la historia, ex GRAPO (extrema izquierda terrorista) y, desde hace décadas, instalado en la derecha ultramontana. Aguirre se ha rodeado para el citado cursillo de adoctrinadores made in FAES o Libertad Digital, salvo alguna peculiar excepción.
Estrategia calculada
Todo esto no puede achacarse a la casualidad o a un mal entendido. Forma parte de una estrategia perfectamente calculada, dispuesta a maquillar la dictadura del nacional-catolicismo y a transformarla en un sistema que era necesario, arguyen, para salvar a España del peligro comunista y de otras desgracias como los nacionalismos catalán y vasco, el laicismo, la masonería o la demagogia socialista. Los populares buscan con notable ansia limpiar sus orígenes y ennoblecerlos. El franquismo –para ellos- fue, en todo caso y en el peor de los supuestos, un mal menor. Era preciso que nuestro país fuera gobernado por un cirujano de hierro y así sucedió, gracias a la Divina Providencia. Algunos de los historiadores revisionistas aún van más lejos y dejan caer que, en el fondo, fue Franco el que posibilitó la reinstauración de la democracia.
Raimon
Habrá que evocar a Raimon, valenciano nacido en Xàtiva, y escuchar una de sus canciones: “¿T´adones, amic/ t´adones, company/ que ja fa molts anys/ que ens amaguen la història/ i ens diuen que no en tenim/, que la nostra és la d´ells/ t´adones, amic?”. “¿Te das cuenta, amigo/ te das cuenta, compañero/ que ya hace muchos años/ que nos esconden la historia/ y nos dicen que no tenemos [historia]/ que la nuestra es la de ellos/te das cuenta, amigo?”
La derecha nos esconde la historia
¿Y por qué la derecha nos esconde la historia? Porque es una historia en la que los conservadores salen muy mal parados, fatalmente parados. Entre las urnas y los fusiles, los derechistas escogieron los fusiles. Entre la razón y la fuerza, optaron por la fuerza. Entre la libertad y la caverna, prefirieron la caverna. ¿Quiénes apoyaron la rebelión contra la República? Según Claude G. Bowers, periodista y embajador de EEUU en España desde 1933 a 1939, los impulsores internos de liquidar la República, aun a costa de un millón de muertos y de brutales injusticias, fueron literalmente: “1.-Los monárquicos, que deseaban la vuelta del rey y del antiguo régimen. 2.-Los grandes terratenientes, que deseaban conservar el régimen feudal poniendo fin a la reforma agraria. 3.- Los industriales y los banqueros que deseaban sujetar a los obreros “en su lugar”. 4.- La jerarquía eclesiástica, hostil a la separación de la Iglesia del Estado. 5.- Las camarillas militares que perseguían el establecimiento de una dictadura militar. Y 6.- Los elementos fascistas, inclinados a la creación de un Estado totalitario”.
Mensajes falsos
Los herederos del franquismo sociológico y/o político se encuentran mayoritariamente en el PP. Allá donde gobiernan -como en la Comunidad de Madrid y en la Comunidad Valenciana- tratan de intoxicar a los ciudadanos con mensajes falsos que modifican la verdad de la historia. A base de repetir mentiras creen que acabarán embelleciendo una realidad monstruosa. Pero aunque a las mentiras las vistan de seda, mentiras se quedan.
Fuente: Enric Sopena, director de El Plural.com
1 comentario
zayin -
Reaccionar, como lo ha hecho el Sr. Sopena, ante las agresiones y manipulaciones de la historia es una obligación y motivo de tranquilidad democrática ya que significa que no se ha olvidado la verdad histórica y por lo tanto no estamos condenados a repetirla.
Enhorabuena Sr. Sopena por su activa atención al panorama político y por la valentía de llamar a las cosas por su nombre.