Los mensajes ocultos de las construcciones de Gaudí
Enigmático y misterioso, el genial arquitecto catalán construía sus obras de acuerdo con símbolos propios de las sociedades secretas.
El prestigioso arquitecto Gaudí pudo haber sido masón. Esta teoría todavía desvela a quienes estudian su obra. El conjunto de sus tres construcciones incompletas –el Templo de la Sagrada Familia, la Cripta de la Colonia Güell y el Parque del mismo nombre- que construyó en Barcelona, su ciudad natal, guardan entre sí una relación muy particular, que ha suscitado la hipótesis de las relaciones de Gaudí con el esoterismo. Si se trazara una línea desde el ábside de la Sagrada Familia hasta el Turó de las Menas en la Colonia Güell, y luego se proyectara una segunda línea recta desde el Turó con la Cripta de la Colonia Güell, los dos segmentos formarían un ángulo de 120 grados, una “X” que Gaudí ha reiterado en muchas de sus construcciones.
Esta X se conoce con el nombre de Cruz de San Andrés, símbolo masónico por excelencia, pero también notación alquímica del crisol en el que se calcinaba la materia prima de los alquimistas.
Masonería y alquimia
El análisis de la obra arquitectónica de Gaudí también tiene otro aspecto: la forma de la piedra. Las hermandades medievales de constructores y, posteriormente, la francmasonería distinguían tres tipos de piedra que indicaban respectivamente los tres grados de perfección del artista: en bruto sin desbastar, cúbica y puntiaguda. Estos son los grados de aprendiz, compañero y maestro que impartían las Logias Azules de la masonería.
En la culminación de la escalinata central del Parque Güell se observa la figura de un horno alquímico, que contenía en su interior una piedra en bruto. De ese horno salía una salamandra, símbolo del Fuego. Esa sería la piedra de los aprendices que, más tarde, se transformaría en cúbica, para finalmente adoptar la forma puntiaguda.
Foto: Photographer’s Choice / Getty Images
0 comentarios