Blogia

MASONERÍA DE CASTILLA Y LEÓN

La masonería liberal española toma partido frente a la crisis

La masonería liberal española toma partido frente a la crisis

Para superarla, esgrime su ideario de libre pensamiento, tolerancia, defensa de los derechos humanos y resistencia a la opresión

Por primera vez desde su reinstauración en España en 1978, la Francmasonería liberal toma partido y se pronuncia frente a la crisis. Y esgrime, para superarla, la aplicación de su ideario de libre pensamiento, tolerancia, defensa de los derechos humanos y resistencia a la opresión. Así lo expuso este miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid Joan Francesc Pont, máximo responsable de la francmasonería liberal española de la que es Presidente del Supremo Consejo Masónico de España. Para el catedrático catalán, experto en Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Barcelona, la trayectoria histórica de la francmasonería es sustancialmente dinámica, versada a los cambios. Por ello preconiza salir de los planteamientos estáticos y recobrar su histórico carácter de dinamizadora de la civilización frente a una crisis sociopolítica y económica como la que la sociedad padece.

El conferenciante fue presentado al público asistente por Enrique Tierno Pérez Relaño, como presidente de la Asociación para la Reflexión y el Debate Enrique Tierno Galván (ARDET), quien, evocando el título de la conferencia, Francmasonería, Indignación y Compromiso, señaló que el planteamiento situaba a los masones “en el filo de la navaja”. Tierno definió la francmasonería –a diferencia de Francia, en España este término sinónimo de masonería-, como “un vector social, que pese a haber escrito la historia constitucional española del siglo XIX y buena parte del XX, estuvo a punto de ser exterminado por el franquismo”. Pese a ello, esta institución vive hoy un evidente auge en España. “Debatir sobre ella, tarea que merece la pena, implica abrirse a la sociedad española”, agregó el anfitrión.

Cambio de preguntas

Joan Francesc Pont comenzó su disertación con la propuesta de cambiar la pregunta, hasta ahora reiteradamente formulada, sobre “¿qué es la masonería?” y sustituirla por la de “¿qué hace la masonería?” Empero, tras definirla como “una reflexión individual de una enseñanza colectiva que se preocupa por el ser y se compromete con el devenir” apuntó que “las logias son espacios de sociabilidad”. En base a ello afirmó: “La idea de progreso es consustancial a la masonería, al igual que la idea de cambio forma parte de su esencia”. Sobre esta argumentación, Pont dijo que “la masonería puede comprometerse e indignarse, además de proponer algunas recetas para una sociedad que aspira a ser buena y madura”.

Enunció siete ejemplos de escenarios sobre los que la Masonería trabaja, para comenzar con “la educación y la instrucción de todos los seres humanos”, meta que figura entre sus principales objetivos “desde sus orígenes en el siglo XVIII”. “La segunda tarea ha sido”, explicó, la de “racionalizar el pensamiento, recoger la herencia científica de Newton “y hacer como él, al amparar a los heterodoxos y herejes, como los hugonotes, y a todos aquellos que se han atrevido a pensar por su cuenta”. En tercer lugar aludió al “histórico combate francmasón para acabar con las guerras de religión y las confrontaciones derivadas del principio medieval “cuius regio eius religio””, cuya aplicación asoló Europa durante siglos. Más delante Joan Francesc Pont enunció la idea de tolerancia, “pero no en sentido de conllevancia con lo que uno detesta, sino más bien en su dimensión creadora de espacios de convivencia”.

“Contra toda tutela”

A juicio del Presidente del Supremo Consejo Masónico “el secularismo que preconiza la masonería obedece a la capacidad de las sociedades para construirse por sí mismas, sin ningún tipo de tutelas”. Sobre la laicidad evocó “el derecho de todo ser humano a eludir cualquier tipo de monopolio sobre su vida espiritual”, principio que relacionó con la libertad de pensamiento, “de modo que cada cual pueda atreverse a pensar por sí mismo”.

Pont aludió más adelante a la indignación atestiguada por la masonería a lo largo de la historia, mediante su oposición “a todo tipo de poder absoluto y arbitrario”; su rechazo “a cualquier alianza del Trono y el Altar –“perversidad ideada para someter a los pueblos a distintas formas de tiranía”, puntualizó- así como la oposición frontal de la masonería “a la injusticia, la corrupción, la miseria y señaladamente, a cualquier forma de odio”.

Dignidad de la mujer, aún amenazada

En cuanto a las propuestas, Pont destacó distintos compromisos masónicos: “La masonería está comprometida con la dignidad de todos los seres humanos”–hizo mención a la “equi-dignidad de la mujer, amenazada aún por peligros criminales”, dijo. Entre el público se hallaban Teresa Alavernia Domenech, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España y Ana Valet Felices, presidenta de la Federación Española de la Orden Mixta Internacional El Derecho Humano.

Prosiguió el conferenciante sobre el compromiso masónico con el Estado liberal –“en el sentido primigenio del término, de limitar el poder frente al conjunto de la ciudadanía”- para señalar después el democrático, “donde los electos representen a los electores, no a sí mismos”. Como colofón remarcó el “vínculo histórico de la masonería con la resistencia a la opresión, así como con la defensa de los derechos inalienables incluidos en la Declaración Universal de 1789”. Tras realzar el involucramiento de los masones “con el derecho de las sociedades a organizarse con normas que se otorguen a sí mismas”, el conferenciante evocó la “apertura masónica a las ideas nuevas”.

Joan Francesc Pont concluyó su disertación con la reivindicación del “universalismo masónico frente a los localismos y las fronteras”, además de “la denuncia del silencio ante la opresión” -que tildó de colaboracionismo- y con la formulación de una apuesta –opinión personal, precisó- por “la unidad europea, como espacio de convivencia en el que la reducción de las soberanías nacionales redunda en el beneficio de libertades para todos sus miembros”.

Garantía de intimidad

En el turno de las preguntas, a propósito de las autolimitaciones a la expansión de la cultura masónica, el catedrático recalcó que la francmasonería “debe garantizar la intimidad de sus miembros”, si bien precisó que “muchas de las reivindicaciones (cívicas y políticas) más avanzadas de cuantas se conquistaron en la vida pública, surgieron de talleres masónicos”. En cuanto a la explicación del sentido del rito masónico, Joan Francesc Pont, que destacó entronque histórico, se refirió a su propósito de “despertar los sentidos mediante su potencial simbólico”. Y en otra pregunta respecto a la supuesta necesidad de denunciar el capitalismo desde las filas de la masonería, por su responsabilidad en la crisis financiera, el ponente se refirió a “la pluralidad ideológica observada en las logias, donde se vive una atmósfera de libertad, en la que sus miembros discuten sin enfrentamientos, con respeto a las formas y con firmeza en las ideas con lo cual, todos y todas se enriquecen de su diversidad”.

Fuente:ELPAIS.COM

Libro: II República Española y Masonería 75 años después.

Libro: II República Española y Masonería 75 años después.

Coincidiendo con el 75 aniversario del derrumbamiento de la Segunda República española, CULTURA MASÓNICA dedica este número de manera monográfica a la situación de la masonería en España durante aquel breve y convulso período republicano.
Un equipo de historiadores de diferentes partes del mundo, coordinado por el conocido historiador especializado en masonería Yván Pozuelo, muestra aquí las conclusiones a las que la historia ha llegado 75 años después.

¡Un extenso monográfico de 208 páginas único en el mundo sobre la masonería durante la Segunda República española!

Link: http://masonica.es/seccion/?ap=2

Condolencias de la masonería liberal española en el fallecimiento del profesor Enrique M. Ureña

El martes 19 de agosto de 2014 falleció en Salamanca el profesor Enrique M. Ureña, Catedrático de la Universidad de Comillas, a los 76 años. El profesor Ureña era una de las máximas figuras en el estudio del krausismo y un destacadísimo investigador de la masonería. Fundó en 1989, junto a Pedro Álvarez Lázaro, el Instituto de Liberalismo, Krausismo y Masonería, destacadísima institución académica en su género.

Con motivo del fallecimiento del ilustre catedrático y humanista, la Gran Logia Simbólica Española y el Supremo Consejo Masónico de España, en tanto que potencias masónicas que representan a la masonería liberal y adogmática, quieren hacer pública su más profunda consternación por la desaparición del profesor Enrique M. Ureña y al mismo tiempo mostrar su agradecimiento por su labor intelectual, que rebasa los límites de lo académico para concernir a la ciudadanía democrática de un modo decisivo. El estudio científico de la acción y el pensamiento masónico en España, en el que el profesor Ureña fue excelente, ha contribuido a devolver la sociabilidad masónica al lugar que nunca debió abandonar: la normalidad cotidiana de las sociedades democráticas en tanto que escuela de formación de ciudadanos e instancia de fomento del pluralismo cívico y la libertad de pensamiento.

El profesor Enrique M. Ureña.

El profesor Enrique M. Ureña.

Enrique M. Ureña fue el autor de una extensa y profunda investigación en torno a la figura del filósofo y masón alemán Karl Christian Friedrich Krause, que tanta influencia tuvo en movimientos como el de la Institución Libre de Enseñanza y la Escola Nova. En España, el krausismo supuso, en el siglo XIX, un intento de recuperar nuestro país para las corrientes de pensamiento progresista generalizadas en Europa y, en el siglo XX, la propuesta de un ideal para el progreso de la humanidad basado en la libertad y la transformación social que fuera alternativa al totalitarismo. Personajes como Francisco Giner de los Ríos son representantes de este movimiento regenerador. En nuestros días, Enrique M. Ureña podía ser considerado como el referente contemporáneo de esa filosofía.

La investigación de la masonería y el krausismo mereció al profesor Enrique M. Ureña la consideración general como uno de los grandes especialistas europeos en estas materias, y al mismo tiempo, los inmisericordes ataques de los sectores más retrógrados del nacionalcatolicismo español, quienes, pese a la condición de sacerdote jesuita del profesor Ureña –perteneció a la Compañía de Jesús hasta su muerte– le atacaron y difamaron en términos que deben avergonzar no ya a un creyente sino a cualquier persona de bien. La Gran Logia Simbólica Española y el Supremo Consejo Masónico de España, que no proponen ni niegan ninguna fe ni afiliación política alguna, quieren hacer patente, por tanto, desde su clara posición en el librepensamiento, su admiración y profundo reconocimiento al profesor Enrique Ureña por ese testimonio de independencia intelectual y honestidad cívica que supone su aportación personal y sacrificada al pluralismo y la convivencia en España, donde queda todavía una ingente labor que realizar para paliar la destrucción que Francisco Franco ejerció sobre la masonería, prohibiéndola y ejecutando o enviando al exilio a sus miembros.

Quede la figura de Enrique M. Ureña en la memoria de todos los ciudadanos y en los anales de la historia de la lucha por la libertad de pensamiento y la democracia en España.

 

Gran Logia Simbólica Española, Nieves Bayo Gallego, Serenísima Gran Maestra

Supremo Consejo Masónico de España, Joan-Francesc Pont Clemente, Soberano Gran Comendador

El proyecto para rehabilitar el Templo Masónico de Tenerife estará listo el próximo año

El proyecto para rehabilitar el Templo Masónico de Tenerife estará listo el próximo año

Comienzan las visitas guiadas para recorrer el inmueble de la calle San Lucas.

Haridian Del Pino  - LA OPINIÓN - 03.09.14

El Ayuntamiento de Santa Cruz confía en que el proyecto para poder rehabilitar el Templo Masónico esté listo antes de que finalice el mandato actual. 

El motivo de que se dé un plazo tan amplio para tener dicho proyecto se debe a que, en primer lugar, los técnicos tendrán que analizar en qué estado se encuentra la cimentación de este inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento en 2007. Así, los fondos que se tendrán que invertir para recuperar el único templo masónico que queda en pie en España y convertirlo en un museo dependerán de los resultados que arrojen dicho estudio y podrá oscilar entre los tres y los cinco millones de euros.
Sobre los dineros que se tendrán que destinar a la recuperación del edificio de la calle San Lucas, el consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo, Florentino Guzmán Plasencia, aseguró ayer que "el 70% de los fondos procederán de la inversión privada". En ese sentido, Guzmán también explicó, durante la visita al Templo que organizó el Consistorio para los medios de comunicación, que ya se han recibido pequeñas aportaciones económicas de particulares.
Aunque no será hasta mañana cuando comiencen las visitas guiadas para aquellos ciudadanos que hayan reservado plaza, ya son más de 1.000 las peticiones que ha recibido la Sociedad de Desarrollo para poder acceder al inmueble. "Tenemos una lista de espera por si se produce alguna baja que otra persona pueda acceder", comentó el edil socialista.
Las visitas, que se celebrarán todos los jueves y viernes de este mes, tendrá una duración de unos 20 minutos y se dividirá a los asistentes en grupos de diez debido a que el templo no se encuentra en condiciones óptimas. Lo primero que se les explicará a los visitantes es la importancia arquitectónica del edificio pero también de su curiosa fachada. "Las dos columnas que se encuentran a ambos lados de la puerta de acceso emulan a las erigidas en el Templo de Salomón, llamadas Jaquín y Boaz", afirmó la historiadora Ana Benedicto, quien también destacó la decoración de la puerta principal en forma de cruz griega.
Pese a que lo que más pueda llamar la atención de la fachada del inmueble son las cuatro esfinges que guardan el acceso al edificio, la historiadora también resaltó el frontón triangular donde se halla el "ojo que todo lo ve" o el sol alado que se encuentra justo encima de la puerta de entrada. Todos estos son símbolos de protección para los masones, concretamente, para los integrantes de la Logia de Añaza, quienes encargaron la construcción del edificio al arquitecto Manuel de Cámara.
"De los seis proyectos constructivos que se idearon para levantar templos masónicos en Canarias, solo se llegaron a edificar cuatro y el de Santa Cruz es el único que queda en pie", comentó la historiadora mientras se adentraba en la Sala de los Pasos Perdidos.
La siguiente estancia que verán los visitantes será la Cámara de Reflexión, lugar en el que las personas que se iniciaban en la masonería tenían que pasar unas 24 horas antes de poder entrar a formar parte de la Logia de Añaza. Para llegar a dicha cámara subterránea, hay que descender por un estrecho tramo de escalera y continuar por un pasillo. "En esta sala se llevaron a cabo los interrogatorios de los prisioneros del franquismo y, durante muchos años, le sirvió a los militares como almacén de armas", dijo Benedicto.
La visita concluye en la Sala de Tenidas, un espacio en el que aún se conservan las baldosas en forma ajedrezada así como algunos restos de la pintura roja que cubría las paredes. Pese a que las seis columnas originales, que representan los signos del zodiaco, siguen en pie, los militares dotaron a la sala de varias ventanas.
Fuente: La Opinión

 

Entrevista (para profanos) de un Masón a un Masón

En un pueblo de la atractiva Costa Brava, sentado en una cafetería con un refresco sobre la mesa, a pocos metros de mi familia que embadurnada en crema protectora, resistía gustosa, junto a multitud, el achicharre sobre arena que ofrecía un inclemente sol de mediodía a principios de agosto; yo, como es habitual en estos casos, había decidido sombra, té frío, aire acondicionado y periódico.

 
Por decir del periódico, en su primera página, figuraban referencias de la prédica triunfal y repetitiva del gobierno sobre su ilusoria recuperación económica, ¿…imaginación?
Dos páginas después, un artículo realista que presentaba a un desconocido, Issa Baldé, un joven emigrante subsajariano que llegó en 2011 a la costa andaluza tras cruzar el estrecho a remo y que hoy, roto su sueño por la realidad, solicitaba la repatriación a su natal Guinea Bisau, donde esperaba vivir mejor,  ¡buena suerte, Issa!
Paso página y llego a ampliaciones sobre la “gran noticia de la temporada”, que ya amenaza con ser “culebrón in crescendo”; la caída, que más que caída es largo revolcón con regodeo en la corrupción y la estafa perpetrado por un dicho “muy honorable” prócer político y su familia,  ¡indecencia!
Y ya cuando llego a “Internacional”: Israel, Estados Unidos… y Gaza,  ¡repulsión!
Valoro en mucho la labor periodística y exculpo al citado periódico de que su lectura empezara a afectarme cual “píldora depresiva”; por ello y como antídoto, decidí inhibirme abordando el Sudoku que, como puesto adrede, apareció en la siguiente página; no había emplazado el primer número, cuando una mano venida de atrás se posó en mi hombro a la vez que alguien preguntaba: ¿… y que cuenta hoy El Mason Aprendiz?; me giré y grata sorpresa fue encontrar a un masón con el que comparto Logia.
Ya sentados ante la misma mesa sobre la cual se sumó una cerveza, fue inevitable empezar nuestra conversación sin una mención de los hermanos de Icaria (nuestra Logia), luego pasó a los calores estivales y la vacación para finalmente llegar a la actualidad geopolítica que reflejaba el periódico ya plegado sobre la mesa; finalmente contesté a su pregunta-saludo; -“El Masón Aprendiz, hace unos días que no cuenta casi nada, todo esta en vacaciones”. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de hacer a mi amigo-hermano una entrevista para editarla en el Blog; se lo propuse y la respuesta fue rápida y tajante: “Empieza”.
Se había hecho tarde y lo pospusimos para el día siguiente en el mismo lugar y a una hora más temprana.
Llegado ese momento (9.00 a.m.) y ya sentados ante la misma mesa  que el día anterior, propuse dedicar la entrevista a los lectores profanos que, sea desde la simple curiosidad o por interés de pertenencia a la Masonería, hojean virtualmente El Masón Aprendiz y demás información.
(M.A.): ¿Empezamos?
(R): ¡Adelante!
(M.A.): ¿Te molesta que grabe nuestra conversación?
(R): ¡En absoluto!
Deposité mi teléfono móvil sobre la mesa puesto en modo “grabación” a la vez que mi amigo lo hacía con una pequeña Tablet diciendo: “yo también, por si acaso, he traído un ayudante”.  
(M.A.): Quiero pedirte una definición propia de la Masonería.
(R): Nunca me la he planteado; me gusta por completa, la larga definición dada por el Gran Oriente de Francia enumerando los Principios Generales de la Orden Masónica y que se encuentra muy repetida en Internet, esa que empieza diciendo que es “una Institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista … etc,”. Cuando alguien me pregunta, también he usado como definición, el título de un libro escrito por el Profesor Pedro Álvarez Lázaro: “La Masonería, Escuela de Formación del Ciudadano”;… pero por darte algo propio, se me ocurre decir que “La Masonería es una Asociación… singular… de gente inquieta… tanto por los aspectos culturales como por los sociales”.
(M.A.): ¿Cuál es esa singularidad a la que te refieres?
(R): La singularidad de la Masonería estriba en su método particular de aprendizaje y exteriorización, el Método Masónico, que permite a sus miembros su propio desarrollo intelectual y ético y que a la vez, por pura consecuencia, se reflejará en su entorno social.
(M.A.): Explica en lo que consiste este método.
(R): A mi modo de ver el Método Masónico, o el método de esa ya dicha Escuela de formación del ciudadano se asienta en tres pilares: El primero es el de la pluralidad del “alumnado”; los Masones que integran cualquier grupo de trabajo o Logia, son de la procedencia más diversa; en esa Masonería a la que tu y yo … y otros muchos y muchas pertenecemos, no se hace distinción ni se crea separatas por aspectos de género, de nivel cultural ni académico, ni religioso, ni de nacionalidad, ni de origen social o de estatus laboral, ni de pertenencia étnica, ni de opción sexual, … y considera, como una de sus mayores riquezas, a la diversidad humana inmersa en la igualdad.
El segundo de los pilares es el Rito, que es el protocolo que sigue cualquier reunión masónica y que actúa como catalizador en el proceso de liberar las formas habituales de pensamiento y dar paso a la reflexión… sin restricciones.
El tercer pilar son los Símbolos. El Símbolo es el núcleo y la fuente que inspira la originalidad y la innovación sin límite.
(M.A.): ¿Podrías ampliar este tercer pilar?
(R): Si,… lo haré con un ejemplo: Julio Verne. En la segunda mitad del siglo XIX utilizó en sus novelas y con descripción precisa, una nave interplanetaria para un viaje a la luna, igualmente el motor de explosión, un inmenso submarino movido por energía eléctrica, la escafandra autónoma de buceo, el helicóptero, los hologramas, el fax, Internet, el drone, etc.; Hoy todos estos artilugios son una realidad gracias a la ciencia y la técnica, algunos fueron desarrollados poco tiempo después de su descripción por Verne, otros son recientes. Tal vez el secreto resida en una concepción del Progreso y la Técnica como símbolos, lo cual le permitió obviar limitaciones de su época así como las secuencias de largos años de estudio y perfeccionamientos para saltar directamente a resultados finales. ¿Imaginación?… ¡mucha!… ¿qué duda cabe?, pero quiero recordar que Verne no era científico, era abogado a la vez que un viajero inquieto. Se conoce de Verne su relación con masones aunque no existe constancia de que fuera miembro de la Masonería.
(M.A.): ¿Podríamos pensar que aquellos Hermanos Masones revelaron “nuestros secretos” a Julio Verne?
(R): (sonríe) Como bien sabes, la Masonería no guarda ningún secreto; si acaso aquellos Hermanos Masones, pudieron cometer una muy leve falta a la discreción… cosa que tú y yo, hoy, estamos repitiendo.
(M.A.): En España hoy, ¿se conoce a buen nivel la Masonería?
(R): Yo diría que “la cosa va mejorando”, aunque aún estamos lejos de niveles que podrían considerarse satisfactorios. Los casi 40 años de dictadura franquista, dejaron a la Masonería española totalmente inactiva y prácticamente olvidada a pesar de que el dictador no dejo de nombrarla, con descrédito, en sus discursos.
Desde sus inicios en 1979, las Instituciones Masónicas españolas actuales se han dado a conocer impartiendo conferencias, participando en programas de radio y de televisión,… en apariciones en prensa; por otra parte han sido creadas editoriales especializadas en el tema,… ¡y ahí está Internet!, donde buscar “Masonería” lleva a un sinfín de posibles entradas.
(M.A.): ¡Pero en Internet también se encuentran textos difamantes hacia la Masonería!
(R): Si, es cierto,… ¡y hay bastantes!; he encontrado textos detractores con un contenido totalmente pueril así como otros más sorprendentes que van desde lo infundado hasta lo estúpido, pero todos ellos con una característica común, y es que cualquier mente normal los detecta sin esfuerzo. A este respecto, decía un Hermano latinoamericano: “… y así, pretenden que la gente… vea pajaritos preñados”.
(M.A.): Hoy, la gente que solicita entrar en la Masonería española, ¿está bien informada?
(R): Hay de todo, algunas personas, yo diría que pocas, traen una muy buena información; la mayoría llegan con un nivel de información, que podríamos calificar de “aprobado” pero también existen quienes llaman a nuestra puerta con la idea de nuestra realidad completamente distorsionada.
(M.A.): Estos últimos… ¿son rechazados?
(R): Si. Pero la Masonería, aunque ello no figure en las definiciones dadas, siempre actúa con amabilidad y propone una entrevista personal a todo solicitante, incluso al que confunde la realidad masónica, en este caso se le explica y se le recomienda alguna lectura. Solicitar el ingreso es un acto repetible, dado que la Masonería pretende que quien sea iniciado en Ella, la conciba previamente según es su realidad.
(M.A.): ¿Consideras pertinente dar una relación de lecturas recomendadas?
(R): En la Red, existen estas recomendaciones dadas por las diferentes Organizaciones Masónicas, aunque yo aconsejo “leer además, todo lo que se tenga al alcance sobre el tema”, porque cualquier búsqueda tiene su planificación y sus obstáculos, y con ejercitar un poco la razón, se deja en evidencia la veracidad y la intención de ciertos textos, a la vez que se toma conciencia de esa diferenciación y de los matices que la Masonería ofrece.
(M.A.): ¿Podríamos decir que quien ingresa hoy en la Masonería, lo hace con amplia información?
(R): … Digamos que tiene esa oportunidad… y aconsejemos… que la aproveche.
(M.A.): ¿Podrías explicar esa diferenciación que la Masonería ofrece en España?
(R): ¡Uf! … el tema da para una larga explicación, intentaré resumir: … Hasta 1939, año en que el dictador Franco arrebató el gobierno a la República, la Masonería se desarrollaba en este país y era conocida simplemente por “Masonería” o por “Masonería Española”,… sin otro calificativo. Como es sabido, el dictador descargó su paranoia sobre Ella, logrando masacrarla y anularla durante toda su jefatura de estado. Franco murió en 1975, pero no fue hasta 1979 y tras varias solicitudes, cuando a la Masonería se le reconoció legitimidad y así pudo legalizarse en diferentes Organizaciones para retomar su tradición, según había sido la de aquella “Masonería Española”.
En 1982 llegó a España una nueva Masonería, propia de la Gran Logia Unida de Inglaterra y fue registrada en el Ministerio del Interior como Gran Logia de España, esta se publicitó como “única Masonería regular en España” con las particularidades de sólo admitir a varones creyentes en Dios y en la inmortalidad del alma, así como la de no reconocer a la mujer la capacidad de ser iniciada en Masonería. Desde entonces en España existen dos formaciones masónicas diferenciadas e inconexas: La Masonería dicha regular y la Masonería liberal– adogmática. Ahí aparece el dilema para el varón que desea ingresar en Masonería,… por lo dicho, cabe deducir que,…  ¡la mujer no tiene este problema,… lo tiene más fácil!
(M.A.): También te has referido a “matices” ¿podrías aclararlo?
(R): A grandes rasgos: Los masones quedamos agrupados en logias y las logias están agrupadas en confederaciones y estas confederaciones, a las que denominamos “Obediencias” o “Grandes Logias” o “Grandes Orientes” están circunscritas o bien a la Masonería regular, o bien a la Masonería liberal-adogmática.
El que se decanta por la Masonería regular sólo tiene una posibilidad que es solicitar su ingreso en la Gran Logia de España.
Quien se decanta por la Masonería liberal – adogmática, deberá escoger una de las confederaciones que la integran y solicitar su ingreso en ella. … Las detallo:
Federación Española de la Orden Masónica Internacional - El Derecho Humano.
Gran Logia Simbólica Española.
Gran Logia Femenina de España.
Gran Oriente de Francia (en España).
Gran Orient de Catalunya.
Grande Oriente Ibérico.
¡Aquí está el segundo dilema!
(M.A.): Se acabaron los dilemas, ¿o hay más?
(R): Se podría empezar a  plantear un tercer dilema: El Rito.
Existen diversos Ritos y cada Logia trabaja permanentemente según uno que escoge de entre los que ofrece la confederación (Obediencia, Gran Logia o Gran Oriente) a la que está adscrita.
Todo Rito Masónico es un contenedor de Símbolos y Metáforas y en él se encuentra la fuente de inspiración personal y colectiva de los componentes de la Logia, en cuyo foro aparecen nuevas ideas equilibradas sobre cualquier tema tratado.  Las piezas del mecanismo que lo hacen posible son: La diversidad de los miembros, el Librepensamiento y la constante comparación de la realidad conocida con la inspiración obtenida a través de los Símbolos y Metáforas que proporciona el Rito… El resultado de este proceso será más genuino, efectivo e inmediato en cuanto lo comparado, realidad e inspiración, posea más cualidades comunes; por lo cual es interesante seguir un Rito lo más afinado posible a los propios parámetros con los que cada uno valora la realidad.
Hoy la pluralidad de opciones que la Masonería ofrece,  no está al alcance de todos por su insuficiente reparto demográfico en España, a pesar de ello considero muy interesante que esta diversidad sea conocida por quien pretende ser Masón.
(M.A.): ¿Sería posible explicar los Ritos que se practican en España?
(R): Creo que necesitaríamos una entrevista para cada uno de los Ritos y que no seria yo el entrevistado más idóneo, existen excelentes especialistas en cada uno de ellos, por otra parte todas la Obediencias dan una relación y explicación en sus páginas web de los ritos que practican sus Logias;… no obstante… ¡les daremos una pasada rápida!
En la Gran logia de España, o sea en la Masonería regular, los Ritos más usados son: El Rito Emulación. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito Escocés Rectificado.
En la Masonería liberal-adogmática, que en España está formada por las seis Obediencias antes mencionadas, se practican dos Ritos: El Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito Francés al que también se conoce por Rito Moderno.
El Rito Emulación: Nació a principios del siglo XIX en los anales de la Gran Logia Unida de Inglaterra que es la madre de la Masonería llamada regular, se caracteriza por su afección a la corona inglesa en respuesta a los ritos de origen francés y su práctica en las logias militares de las tropas napoleónicas. En su Ritual está el origen y la finalidad de este Rito, dado de él nace la evolución de quienes lo practican a través del constante perfeccionamiento en la dramatización del mismo y la introspección de su simbología. Los Rituales cuando se emplean en logia son recitados de memoria.
El Rito Escocés Rectificado: Es un Rito de tradición cristiana a la que guarda fidelidad, el perfeccionamiento personal lo asienta en la practica de las llamadas virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y con la práctica de la beneficencia activa. Este Rito, en España, es practicado en la Masonería regular.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado: Es un Rito de concepción deísta que sincretiza diversas tradiciones espirituales y filosóficas (Bíblica, Rosacruz, Gnóstica, Templaria, Alquímica, Kabalista…) de todo ello y del oficio y las herramientas de los constructores, toma su acervo simbólico y sus metáforas.
Probablemente es el Rito Masónico más extendido en el mundo; es practicado en España por la Masonería regular y por la adogmática.
El Rito Francés: En España se practica en Obediencias adogmáticas… ¡y no en todas!; lo practican en este país: La Gran Logia Simbólica Española, el Gran Oriente de Francia (en España), el Gran Orient de Catalunya y el Grande Oriente Ibérico. Se trata de un Rito cuyos Símbolos y Leyendas sólo están inspirados en la construcción, o sea, es estrictamente masónico, además de laico por excelencia.
Dicen los estudiosos que en el mundo actual se cuentan más de 200 Ritos Masónicos en funcionamiento. Como ves, ¡hay Masonería para todos los gustos!
(M.A.): ¿Algún último consejo a nuestros lectores profanos?
(R): Si, una repetición:… Sea por el placer de conocer o bien para decidir… ¡informaos ampliamente!
(M.A.): Querido Hermano,… ¡muchas gracias!
(R): Ha sido un placer.
Guardé mi teléfono móvil y mi Hermano recogió su Tablet que durante la entrevista, consultó en un par de ocasiones.
El Masón Aprendiz www.masoneria-liberal.com
Nota: El entrevistado ha sido el Hermano Martí, el entrevistador el Hermano Layret.

EL GRAN ORIENTE DE FRANCIA

EL GRAN ORIENTE DE FRANCIA

REVISTA DE FRANCMASONERÍA CON UN TEMA CENTRAL EN CADA NÚMERO

CULTURA MASONICA no es una revista digital. Es una revista EN PAPEL y encuadernada en formato libro, con lomo, que se facilita también gratuitamente en formato PDF para su valoración.
 
Más que una revista, CULTURA MASÓNICA es una colección de libros temáticos centrados cada uno de ellos en un aspecto de la masonería, en el que han colaborado masones de la máxima relevancia mundial.
 
Si verdaderamente quiere disfrutar de la revista, CÓMPRELA EN PAPEL a un precio realmente asequible de 5 €.
.
http://masonica.es/seccion/?ap=2

MASONES EN LEÓN

MASONES EN LEÓN

La masonería liberal Vallisoletana ha realizado un sueño largamente perseguido por sus miembros, la celebración de una tenida en León.

 

Parece posible que la masonería llegase a León en tren, en el siglo XIX, puesto que se estaba trabajando en el tendido del ferrocarril en la provincia cuando varios masones, trabajadores especializados, llegaron de otras tierras y aglutinaron en torno a León y Astorga talleres masónicos. La primera Logia masónica conocida, asentada en la provincia de León, fue la Logia Luz del Bernesga, de Pola de Gordón (1871-72) y la última fue la Logia Emilio Menéndez Pallarés Nº 15, de León (1933-36) que celebraba sus Tenidas en la Biblioteca Azcárate de la ciudad.

El 22 de junio de 2013, la masonería liberal Vallisoletana, representada por la Logia Indivisible nº 51, única Logia de la masonería liberal adogmática de Castilla y León, ha cumplido con un anhelo perseguido en su más de una década de existencia, la celebración de la primera Tenida en León tras los 77 años de la extinción de la masonería por la dictadura franquista. Hasta este momento, ninguna Logia de esta corriente había celebrado actos masónico en la provincia.

Con motivo de tan significado acontecimiento, la Logia indivisible nº 51 celebró en León la que es una de las tenidas más especiales para los masones, la tenida de celebración del solsticio de verano. Estas tenidas solsticiales están cargadas de simbolismo y referencias a la naturaleza por lo que, como no podía ser de otra manera y para darle mayor brillo, se celebró "bajo la bóveda celeste", es decir, en el campo y al aire libre. Para tal fin, la Logia trasladó todos los elementos simbólicos hasta el lugar de celebración.

A la tenida acudieron Hermanos de distintas regiones y la celebración fue finalizada con un ágape al que acudieron familiares y amigos, un inolvidable día que marcará un hito en la historia moderna de la masonería liberal y de la Logia Indivisible nº51.

El trabajo de los masones continúa y perdura en el tiempo.

Záyin. 26/06/2013

Una Logia al descubierto

La Indivisible 51 de Valladolid, la única logia masónica en Castilla y León, abre sus puertas

Día 04/11/2012 - 19.36h

Podría parecer sacado de otra época, pero no. La mayoría de los viandantes que pasan a diario por delante de un local con cortinillas y una persiana metálica en la puerta, ubicado en uno de los barrios obreros más humildes de Valladolid, difícilmente podría intuir que está delante de una verdadera logia masónica en activo, la Indivisible nº 51, la única existente en Castilla y León de las adscritas a la Gran Logia Simbólica Española, y en la que, lejos de conspiraciones, secretos templarios o trucos de magia, se «enseña a pensar» y a llegar, en la medida de lo humanamente posible, «al conocimiento del universo y del mundo a través del propio autoconocimiento», tal y como sostiene su actual presidente, Óscar Rivero.

El Venerable Maestro de la respetable logia Indivisible nº 51 -para los masones, la correcta terminología es tan importante como el escrupuloso seguimiento de su ritual- explica con sencillez y sin afectación que las logias son «un foro para hablar de determinada manera con personas lo suficientemente tolerantes como para escuchar sin criticar, argumentando sus opiniones».

«Sabemos dudar de todo, empezando por nuestro propio pensamiento. Aquí no hay exaltados», añade el presidente de la logia vallisoletana, vestido de paisano, sin el traje, la corbata ni el habitual mandil que llevan hombres y mujeres en las «tenidas», término con el que definen las reuniones que mantienen en la sala principal de su taller, llena de símbolos que la mayoría de ellos interpretan a la perfección y que para muchos profanos tampoco son desconocidos ni ajenos del todo.

De hecho, si alguien se detuviera a observar por entre las lamas de esa persianilla metálica que les separa de la calle podría reconocer las herramientas básicas del albañil, «maçon» en francés, desde la Edad Media: el martillo y el cincel, el compás, la escuadra o el nivel... No en vano, los constructores de las catedrales más importantes de la cristiandad fueron también los creadores de la masonería original, la denominada como operativa, cuyos miembros adquirían más y más conocimientos sobre su profesión según ascendían de nivel: de aprendiz a compañero y, finalmente, a maestro, los tres grados que se mantienen, tal cual, en la actualidad.

El final de la era de los grandes constructores de catedrales marcó un cambio sustancial para la masonería, que se transformó en especulativa, es decir, pasó a aplicar los viejos conocimientos a la búsqueda de una construcción más abstracta, la del templo del conocimiento. Eso sí, los viejos ritos se mantuvieron sin muchas modificaciones para no alterar su significado y para honrar «la tradición» y a los masones primigenios. «Nuestros rituales han sufrido pocas modificaciones a lo largo de los siglos. Sólo ha cambiado lo que tiene que ver con la forma de hacer entender el lenguaje. Lo sustancial permanece desde 1717», cuando la masonería especulativa nació en tierras británicas, apunta Óscar Rivero, quien se gana la vida como «aprendiz de empresario», tras tener que abandonar forzosamente el puesto de directivo que ocupaba en una empresa.

Unos cuantos conceptos

El ritual y los símbolos son dos de las cosas que deben manejar con soltura los aprendices. Así, el ojo que todo lo ve simboliza al «gran arquitecto del universo», la «idea de lo suprahumano» para los masones, quienes aceptan cualquier credo religioso, siempre que no sea «extremista», o ninguno. El ojo se enmarca en un triángulo, cuyos lados representan «la libertad, la igualdad y la fraternidad», los mismos principios que inspiraron la Revolución francesa o a los padres de la patria de Estados Unidos -todos masones- para separarse de Gran Bretaña y redactar una constitución encabezada por las palabras «Nosotros, el pueblo».

En el taller, el «lugar» donde se reúnen físicamente los masones -frente a la logia, un concepto más humano o espiritual, referido al encuentro de los masones como tal y no al escenario donde éste se desarrolla-, también están presentes las constelaciones y los signos del zodiaco como recreación «del universo»; la espada, emblema de «la caballería»; la granada, cuyas «semillas tienen una capacidad generadora» y encarnan «la unión entre masones»; el «menorah» o candelabro judío de siete brazos, que es «la luz»; la Biblia cristiana, «la tradición»; o una piedra sin tallar y otra tallada, el proceso de la adquisición de conocimientos, de la construcción del individuo.

Los aspirantes también deben reconocer, en el centro del salón de reuniones, las tres columnas, alegoría de «la sabiduría, la fuerza y la belleza», virtudes que «las obras más completas» deben atesorar, precisa Óscar Rivero. De ahí que los masones se refieran a la fundación y desaparición de la logia de una determinada población como a «levantar» o «abatir columnas.

Todos estos símbolos, y muchos más cuya profunda explicación llenaría varios reportajes, son básicos en el ritual que los hermanos ofician hasta en su letra más pequeña en las tenidas y que pasa por respetar el turno de palabra o por moverse siempre de una determinada manera, la de las agujas del reloj, sobre un suelo de azulejos blancos y negros en damero. El objetivo, alejado de la parafernalia «mística» de películas de Hollywood como «La búsqueda» (Jon Turteltaub, 2004) o de novelas superventas como «El símbolo perdido» (Dan Brown, 2009), es que «todo esté mecanizado, salvo la mente y el pensamiento», es decir, que a fuerza de repetir los mismos gestos, la persona se libere de lo que le rodea y se centre únicamente en sus ideas y en las de los demás.

El poder del silencio

Para llegar a este grado de concentración, lo primero que debe aprender el aprendiz es «a guardar silencio» en las reuniones, un «silencio activo», dirigido a escuchar al resto de hermanos y a «estar atento a lo que sucede», sin verse interrumpido por la necesidad de contestar, de «elaborar respuestas» mientras se escucha, como en una conversación normal, lo cual resta «capacidad de atención», puntualiza Óscar Rivero, convencido de que «todo lo que se habla entre las cuatro paredes» de una logia «tiene un sentido distinto», matizado por los símbolos y el ritual. Por ello, añade, «nunca se podría hacer masonería en un bar».

En contra de la creencia popular, para ingresar en la masonería no hay que conocer la ubicación exacta de la silla del rey Salomón ni del fabuloso tesoro de los templarios, ni tampoco beber sangre dentro de un pentáculo. Basta con «solicitarlo» y mantener una serie de «entrevistas» con los miembros de la logia. En ellas, se le explicará al aspirante, entre otras cosas, lo férreo del ritual, lo cual echa para atrás a muchos, y se detectará si es «un extremista o un radical», caso en el que no tendrá sitio allí, o si por el contrario es «una persona con mayúsculas, libre y de buenas costumbres».

En cuanto al perfil, el Venerable Maestro de la Indivisible nº 51 afirma que no hay ninguno. «No nos fijamos en las capacidades intelectuales ni en la posición social o económica. Somos absolutamente variopintos y admitimos todo tipo de criterios y de formas de pensar, siempre desde el punto de vista de la virtud» y con «los fanatismos» como «restricción», ya que la masonería es, en esencia, «adogmática». «No puede haber una verdad absoluta. Ni nos ha sido ni nos va a ser revelada. En eso nos diferenciamos de una secta, y en que no tenemos ningún gurú», recalca, vehemente, Rivero, preocupado por desterrar todos los sambenitos con los que «el franquismo» cargó a la masonería y, a la vez, «aburrido» de hacerlo por tener que «recurrir siempre» al pasado reciente de España para ilustrar lo «mal vista» que sigue estando su institución a este lado de los Pirineos.

«Pero es cierto. En otros países, como Francia, Gran Bretaña o EEUU, poner en el currículum que eres masón es un plus. Aquí, no», se lamenta, para luego esgrimir en favor de sus hermanos que en la masonería «se crece porque se conocen distintas opiniones». «La pluralidad de pensamiento enriquece. Si todos pensáramos lo mismo, esto no sería una logia sino una peña de fútbol».